La Asamblea de Madrid fue testigo este viernes de la segunda jornada del Debate del Estado de la Región, un escenario clave en el que los portavoces de los grupos de la oposición respondieron al discurso ofrecido el día anterior por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. En cada una de las intervenciones, la presidenta madrileña dispuso de 30 minutos para contestar de manera individual a cada uno de los partidos, achacando a Manuela Bergerot, de Más Madrid, la “falsa igualdad” que promueve la izquierda, y a Juan Lobato, portavoz del PSOE, los constantes “hachazos” del Gobierno central a la Comunidad de Madrid. Un clásico cruce de dardos entre el Partido Popular y la izquierda madrileña.
Sin embargo, la intervención de Rocío Monasterio, portavoz de Vox, añadió una nueva dimensión al debate. Monasterio no solo criticó a Ayuso por las políticas migratorias y de integración, tachándola de estar “a la izquierda del PSOE”, sino que la comparó directamente con Pedro Sánchez. La representante de Vox acusó a la presidenta regional de “asaltar” las instituciones de la Comunidad de Madrid con su mayoría absoluta y de haber destruido “100 años de doctrina liberal” con la aprobación de varias reformas legislativas el diciembre pasado. Monasterio calificó estas reformas como un acto de “puro sanchismo”, lamentando que Vox no hubiera estado en la posición de impedirlas.
Además, la portavoz del partido de Abascal acusó a Ayuso de limitar la capacidad de control de los grupos parlamentarios en la Cámara de Madrid, tras la reforma de un total de diez textos legislativos. “Si Vox hubiera estado en el Gobierno, jamás habríamos consentido tal reforma”, afirmó, añadiendo que algún día Vox devolvería los contrapesos que, según ella, Ayuso ha arrebatado a los madrileños con su mayoría parlamentaria, la cual calificó de “absolutista”.
En respuesta, Ayuso desestimó las acusaciones, señalando que el discurso de Monasterio carecía de propuestas concretas. “Me apuntaría sus propuestas si las hubiera dado”, replicó, subrayando que la crítica de Vox se basaba en simplificaciones que contribuyen a una polarización que no aporta nada a la política madrileña. Según ella, Vox está ofreciendo un panorama de Madrid que solo busca abrir una profunda división sin soluciones reales.
Uno de los momentos más tensos del intercambio fue cuando Monasterio cuestionó las políticas de integración de los menores extranjeros no acompañados (MENAS). Ayuso defendió su actuación, recordando que la Comunidad de Madrid está obligada por ley a integrar a estos menores. Afirmó que la ley la obliga a cumplir con esta integración, a pesar de no ser responsabilidad directa de su gobierno. En un tono más crítico, la presidenta madrileña cuestionó la coherencia de Monasterio en cuanto a los valores cristianos que dice defender: “No sé por qué usted tanto habla de la Cruz cuando de valores católicos tiene muy pocos si me dice que los abandone en las calles. ¿Dónde quedan tantos valores? ¿Para qué quiere la Cruz?”, afirmó en referencia a las exigencias de Vox para que la Comunidad de Madrid extienda la protección a la polémica cruz que preside la basílica del Valle de los Caídos.
El choque evidenció una distancia cada vez mayor entre Vox y el Partido Popular, pese a la proximidad ideológica que deriva del carácter de derecha de ambas formaciones. La presidenta popular también arremetió contra lo que consideraba una manipulación de la realidad por parte de Monasterio, acusándola de utilizar mentiras y medias verdades, algo que calificó de particularmente peligroso. Señaló además que Vox recurre a un discurso “fácil de vender”, pero que no admite matices ni refleja la complejidad de los problemas que enfrenta la región.
Asimismo, en defensa del modelo autonómico español, Ayuso fue clara al rechazar las críticas de Monasterio, señalando que la España de las autonomías es un modelo exitoso y que los problemas recientes han sido causados por deslealtades, y no por el sistema en sí. Además, la presidenta de la Comunidad de Madrid subrayó que su gobierno seguía siendo fiel a los principios que los llevaron al poder: “Nosotros gobernamos con los mismos principios y los mismos valores que nos han sentado en estos escaños”, concluyó.
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