sábado, noviembre 23, 2024
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Trump: «No me gusta el sexo oral ni el anal»

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Durante la campaña provocó más de una polémica con sus comentarios sobre las mujeres, sobre todo desde que dijo que él no tenía problemas en «agarrarlas el coño». Después de ser elegido presidente de los Estados Unidos, han cobrado si cabe más protagonismo las palabras que Donald Trump pronunció para la revista Playboy en 1997.

Era una época en la que el ya presidente contaba sus intimidades sexuales en diferentes programas de televisión y radio estadounidenses, comparando incluso las mismas con la guerra de Vietnam. Lo mismo respondía sobre si hubiera 'tirado' a Lady Li, apenas unos días después de fallecer la Princesa de Gales, «yo creo que sí», que a Maria Carey, «lo hubiera hecho sin pensar».

Según él, por aquellos tiempos tenía tanto sexo que puso en peligro su vida, «he tenido mucha suerte. Ése es un mundo peligroso. Asusta, porque es como Vietnam, como la época de Vietnam», en alusión a las enfermedades de transmisión sexual, aunque precisaba que las mujeres tenían que pasar un examen médico con su doctor personal antes de mantener relaciones sexuales con él.

En otra entrevista, ya en 2004, confesaba sus gustos en la cama: «No me gusta el sexo anal y no me gusta el sexo oral», y hasta desvelaba que con Melania, por entonces su novia, y por aquello de sus fuertes sentimientos por ella, «nno hago la marcha atrás». Hasta hablaba de ella, «nunca la he visto tirarse un pedo y ha ido al baño como cuatro veces en tres años».

Menos cariñoso se mostraba con su anterior esposa, Marla Maples, a la que daba «un diez en tetas y un cero en cerebro», pese a que ella contó en New York Post que con Trump tuvo «el mejor sexo». Quizás crecido por ello, el magnate, subrayaba que «no necesito Viagra. Más bien algo que tenga el efecto contrario. No es por presumir. Es que es así».

Sobre cuáles son sus gustos en el terreno femenino, Trump puntualizaba que «es muy difícil que una tía plana sea atractiva». Eso sí, su principal problema no era ese sino la edad, «odio cumplir los 50. Es un puto desastre. Veo a amigos con los que no he tenido contacto en años, gente como este chaval, que tenía a todas las tías en fila india, esperando por él. Nadie se ha tirado a tantas tías como él. No lo había visto en 20 años. Y se planta en mi oficina. Y está gordo. Y calvo. No se lo dije, pero me quedé pensando: 'Me cago en la mar, ¿qué cojones te ha pasado'. Y entonces pensé: 'Seguro que él está pensando lo mismo'».

M. A.

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