Con motivo del Día Mundial de la Alimentación, que se celebra el 16 de octubre, la Federación Española de Sociología y su comité de investigación en sociología de la alimentación han publicado un informe que destaca el aumento de las desigualdades alimentarias en España, exacerbadas por el nivel socioeconómico de las familias.
El estudio, que se basa en investigaciones en sociología de la alimentación, la salud y la sociología urbana, revela que los patrones alimentarios varían significativamente entre los barrios de distintos niveles socioeconómicos.
Diferencias en la alimentación según el barrio
El informe sostiene que en los barrios de menor nivel económico predomina la alimentación basada en platos tradicionales, como la comida de puchero, que no siempre son saludables desde un punto de vista médico. En contraste, en zonas más acomodadas, la alimentación tiende a regirse por recomendaciones científicas y dietéticas. Además, la pobreza alimentaria obliga a algunas familias a recurrir al mercado ilegal para adquirir alimentos.
El informe también destaca que la desaparición de las tiendas tradicionales ha afectado la cohesión social, especialmente en barrios de niveles bajos y medios. También se han identificado diferencias generacionales en los hábitos de compra y consumo, con los jóvenes prefiriendo las grandes superficies y los mayores frecuentando más establecimientos locales.
Jesús Rivera Navarro, catedrático de la Universidad de Salamanca, advierte que estas desigualdades reflejan un problema profundo que afecta tanto a la salud como al acceso a una alimentación adecuada.