En una operación de rescate sin precedentes, dos belugas, Plombir y Miranda, han sido trasladadas exitosamente desde el devastado Delfinario NEMO de Járkov, Ucrania, hasta el Oceanogràfic de Valencia. Esta compleja misión, que involucró a expertos del Oceanogràfic, Georgia Aquarium y SeaWorld, se desarrolló en condiciones extremadamente peligrosas debido a la guerra en Ucrania.
Járkov, una ciudad que ha sido duramente golpeada por la guerra, se encuentra bajo constantes bombardeos, algunos a menos de un kilómetro del Delfinario NEMO. La escasez de alimentos, energía y suministros médicos ha afectado gravemente la capacidad del acuario para cuidar de sus animales. Ante esta situación, el rescate de las belugas se convirtió en una prioridad.
«Las belugas estaban en una condición corporal subóptima para este tipo de viaje, pero su supervivencia en Járkov era casi imposible debido a las condiciones extremas», explicó el Dr. Daniel García-Párraga, director de Operaciones Zoológicas del Oceanogràfic de Valencia.
El rescate de las belugas
La misión comenzó con un agotador viaje de 12 horas por carretera desde Járkov hasta Odesa. En esta ciudad portuaria, los cuidadores ucranianos se reunieron con los equipos internacionales, que realizaron los primeros controles veterinarios para asegurar que las belugas pudieran continuar su viaje.
Desde Odesa, el convoy se dirigió a la frontera con Moldavia, donde la colaboración de la Oficina de la Unión Europea de Lucha contra el Fraude fue crucial para agilizar el cruce fronterizo. Una vez en Moldavia, un avión especialmente preparado para este propósito trasladó a las belugas hasta Valencia en un vuelo de cinco horas.
Plombir y Miranda llegaron al Oceanogràfic de Valencia durante la noche del 18 de junio. Fueron recibidas por el director general de Medio Natural y Animal de la Generalitat Valenciana, Raúl Mérida, y rápidamente trasladadas a sus nuevas instalaciones.
El president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, calificó el rescate como un «hito histórico en la protección animal a nivel mundial». Añadió que «es un honor que el Oceanogràfic cuente con dos nuevas belugas rescatadas del horror de la guerra en Ucrania».
El Oceanogràfic, reconocido como el mayor acuario de Europa y el único en el continente con belugas, se convierte así en el nuevo hogar para Plombir y Miranda. Los animales permanecerán inicialmente en áreas no accesibles al público mientras se recuperan de las adversidades sufridas y se adaptan a su nuevo entorno.
Keith Yip, especialista en cuidado animal de SeaWorld, destacó el trabajo incansable del equipo durante el traslado: «La salud y seguridad de las belugas era nuestra prioridad en todo momento, a pesar de las difíciles condiciones». Por su parte, Dennis Christen, director senior de bienestar y comportamiento animal de Georgia Aquarium, expresó su gratitud hacia los cuidadores ucranianos: «Mi corazón está con los cuidadores y el pueblo de Járkov que tuvieron que despedirse de Miranda y Plombir. No ha sido fácil, pero era lo mejor para ellos».
Dos cuidadoras ucranianas permanecerán en Valencia durante las próximas semanas para ayudar en la adaptación de las belugas. «Estamos muy agradecidos a todos los que participaron en este rescate y trabajaremos arduamente para asegurar la recuperación y bienestar de Plombir y Miranda», concluyó el Dr. García-Párraga.
Este rescate es un testimonio del compromiso y la colaboración internacional para proteger la vida silvestre en tiempos de conflicto. Ahora, en su nuevo hogar, se espera que Plombir y Miranda encuentren la paz y el cuidado que necesitan para prosperar.