La Fed decide no bajar los tipos de interés

Tras la reunión de ayer, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha decidido mantener los tipos de interés sin cambios. Siguiendo así la estela que ya había marcado el pasado mes de febrero.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) ha decidido mantener los tipos de interés en el rango objetivo del 4,25 % al 4,50 %.
La prioridad es controlar la inflación
Tras resistirse durante mucho tiempo a bajar los tipos de interés porque la inflación en EEUU continuaba en niveles altos, a finales del año pasado la Fed cedió a las presiones del mercado y rebajó el precio del dinero por primera vez desde marzo del 2000.
Después de tres bajadas desde el pasado mes de septiembre, la Fed ha optado por volver a mostrarse precavida y ha mantenido estables los tipos.
Jerome Powell, presidente de la Fed, fue claro durante la rueda de prensa posterior al anuncio: "aunque la inflación ha bajado considerablemente respecto a su pico, sigue siendo demasiado alta. Aún no estamos suficientemente seguros de que estemos en una senda sostenida hacia el objetivo del 2 %". Esta declaración refuerza la percepción de que el banco central estadounidense mantiene su enfoque hawkish, es decir, restrictivo, en política monetaria.
Desde el verano de 2022, la inflación en Estados Unidos ha mostrado una tendencia descendente, pero los últimos datos mensuales han revelado una ralentización en ese proceso. El índice de precios al consumo (IPC) de febrero se situó en el 3,2 % interanual, por encima de las previsiones de los analistas. Además, el índice de precios subyacente, que excluye los componentes más volátiles como energía y alimentos, también mostró una resistencia que algunos han tachado de "preocupante".
Powell reiteró que la Fed seguirá evaluando con detenimiento los indicadores macroeconómicos antes de tomar cualquier decisión: "nuestro mandato dual exige equilibrar el pleno empleo con la estabilidad de precios. Si bien el mercado laboral se mantiene fuerte, no vamos a declarar victoria prematuramente en la lucha contra la inflación".
Dos recortes en el horizonte
La Fed no se opone a los recortes, pero mantiene un alto nivel de precaución. La previsión para este 2025 es que haya dos recortes más de tipos.
Esta previsión representa una moderación respecto a las estimaciones anteriores, que preveían tres e incluso cuatro recortes. Esta revisión a la baja responde tanto a los últimos repuntes inflacionarios como a la fortaleza continuada de la economía.
El denominado "diagrama de puntos" (dot plot), que recoge las previsiones individuales de cada miembro del FOMC, refleja un mayor consenso en que los recortes deberán postergarse hasta que haya evidencia contundente de una desaceleración sostenible en los precios. Algunos analistas interpretan esta postura como un esfuerzo por contener el optimismo del mercado financiero, que había anticipado rebajas más agresivas en los tipos.
Powell reconoció que los datos recientes han alterado el ritmo previsto: "los datos recientes nos han recordado que el proceso de desinflación no será lineal ni exento de desafíos. No descartamos ajustes, pero queremos evitar cometer errores prematuros".
Por su parte, el mercado espera que los recortes lleguen en junio y septiembre, pero los analistas creen que las fechas elegidas serán septiembre y diciembre.
Aunque la Fed no ha cerrado la puerta a una futura relajación de su política monetaria, el mensaje enviado en marzo ha sido claro: el control de la inflación sigue siendo la prioridad, y cualquier recorte se hará solo si los datos lo permiten.
El mantenimiento de tipos altos durante más tiempo podría afectar el crecimiento económico en el segundo semestre del año. Sin embargo, para la Fed, los riesgos de actuar con demasiada rapidez superan los costes de la paciencia. En palabras de Powell: "no queremos correr el riesgo de desanclar las expectativas de inflación".
La influencia de las políticas de Trump
Para los expertos, el frenazo en el recorte de tipos por parte de la Fed tiene también mucho que ver con la expectativa creciente de que las políticas puestas en marcha por Donald Trump van a hacer aumentar la inflación en los próximos meses. De hecho, el propio presidente no ha negado esta posibilidad.
Según un 69 % de los economistas encuestados por Bloomberg, la inflación que de este año podría estar por encima de la prevista a principios de 2025.
Por su parte, un 74 % creen que habrá un deterioro en el crecimiento del PIB como consecuencia de las políticas arancelarias de Trump.