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La violencia sexual como arma de guerra en Sudán: "Decidí que quería morir para que no me violaran"

Según ha denunciado Naciones Unidas, más de 12 millones de mujeres y niñas corren riesgo de sufrir agresiones en Sudán, con un incremento del 80 % respecto al año anterior. El testimonio de Layla es un ejemplo de los horrores a los que se enfrentan las mujeres en el país africano

Hay informes alarmantes de violencia sexual que se utiliza como arma de terror en todo Sudán contra mujeres y niñas, e incluso hombres. (Foto: UNFPA Sudán).
Hay informes alarmantes de violencia sexual que se utiliza como arma de terror en todo Sudán contra mujeres y niñas, e incluso hombres. (Foto: UNFPA Sudán).

El testimonio de Layla, una sudanesa residente de Jartum, la capital del país, ha sido difundido por Naciones Unidas como ejemplo de los horrores que soportan las mujeres y las niñas en Sudán por la a guerra intestina que azota al país africano y que ya ha provocado el desplazamiento de unos 13 millones de personas (casi un tercio de la población).

A finales de 2024, hombres armados irrumpieron en la casa de Layla en Jartum, según explican desde la agencia de Naciones Unidas para la salud sexual y reproductiva, la UNFPA. Al hijo de Layla lo arrestaron; a ella se la llevaron a otra estancia. Pero Layla se dio cuenta de que a su hija, de 18 años, "la miraban de una manera inquietante".

Según su testimonio, a su hijo "comenzaron a golpearlo" delante de ella. Después, se la llevaron a una prisión superpoblada, donde estuvo recluida durante casi tres semanas, acusada de ser "una espía" y de que su marino "trabajaba para el ejército".

Layla describió cómo la desnudaron, la golpearon y la detuvieron sin cargos.

"Decidí que quería morir; no soportaba la idea de ser violada"

Ya en prisión, Layla afirma que fue "testigo de horrores inimaginables". Su relato es estremecedor: "Cuando los oficiales se iban, los soldados comenzaban a violar a las prisioneras; llevaban a las mujeres jóvenes al patio, y toda la noche escuchábamos los gritos de las niñas y de las mujeres".

Layla escuchó "esos gritos" durante los 19 días que estuvo en esa prisión. “Un día -recuerda-, trajeron a una chica de 16 años de vuelta a la celda, sangrando... se acercó a mí, me abrazó y lloramos juntas durante todo un día; yo, al noveno día, decidí que quería morir; no soportaba la idea de ser violada también".

Más de 12 millones de mujeres y niñas corren riesgo de sufrir agresiones en Sudán

Dejó de comer y beber hasta el punto de que enfermó gravemente hasta que la liberaron. Layla y la joven sobreviviente, que quedó embarazada, pudieron encontrar apoyo físico y mental en el espacio seguro del UNFPA; sin embargo, ese no es el caso de la mayoría de las mujeres en Sudán, según advierten desde la ONU.

De hecho, según ha denunciado la agencia de la UNFPA, más de 12 millones de mujeres y niñas corren riesgo de sufrir agresiones en Sudán, con un incremento del 80 % respecto al año anterior.

Esta agencia de Naciones Unidas proporciona servicios de salud y protección reproductiva en Sudán a través de 90 equipos móviles de salud, más de 120 centros de salud y 51 espacios seguros donde las supervivientes de violencia sexual pueden buscar ayuda y refugio de forma anónima.

La asistencia incluye tratamiento clínico y asesoramiento psicológico tras las violaciones, abusos y agresión sexuales, así como derivaciones a asistencia jurídica y concienciación comunitaria sobre los riesgos de la violencia sexual, la coerción y la trata de personas.

Urgencia de fondos: la UNFPA necesita más de 145 millones de euros

Pero desde la UNFPA alertan de que "para continuar esta labor en Sudán durante 2025" necesitan más de 108 millones de euros, además de 23,5 millones para ayudar a los refugiados en el país.

La agencia ha alertado de que "los recortes de financiamiento sin precedentes por parte de numerosos donantes están poniendo en peligro la salud y la vida de cientos de miles de mujeres y niñas" y de que las recientes suspensiones de ayuda financiera por parte de Estados Unidos dejarán a unas 250.000 mujeres sin servicios de salud reproductiva.

De hecho, la agencia ha cancelado la formación del personal médico de primera línea, y 10.000 mujeres perderán el acceso a espacios seguros que brindan apoyo médico, jurídico y psicosocial.

Y es que, según denuncian desde Naciones Unidas, casi dos años después de que se iniciara el conflicto, Sudán está viviendo la crisis humanitaria más grande del mundo.

Se pueden efectuar donaciones a la UNFPA a través de su página web.