Una célula islamista admite que planeó atentados contra aeropuertos alemanes
Después de la amplia confesión ayer del presunto cabecilla del grupo, Fritz Gelowicz, este martes declaró Yilmaz, quien reafirmó su apoyo a la Yihad Islámica (Guerra Santa) y aseguró que su objetivo es la muerte del mártir. "La muerte del mártir sigue siendo mi objetivo, nada ha cambiado al respecto", dijo Yilmaz tras asegurar que el plan de atentar contra alguno de esos aeropuertos no perseguía causar víctimas, sino paralizar el tráfico aéreo. "No queríamos causar daños a inocentes, pues también podría haber afectado a musulmanes. Eso es algo que no queríamos", explicó Yilmaz, quien precisó que la idea era provocar detonaciones leves.
Por su parte, Gelowicz, quien compareció este martes por segunda jornada consecutiva, intentó eximir de culpa a los otros dos miembros del grupo, al afirmar que los motores del cuarteto eran él y Yilmaz. "Yo y Adem éramos los que estábamos detrás de la operación. Schneider no tanto y Selek se apeó, si bien nos proporcionó el detonador", dijo el presunto cabecilla en alusión a Daniel Schneider y Atila Selec, los otros dos encausados.
Gelowicz, de 29 años y convertido al Islám cuando tenía 16, se describió como musulmán religioso y aseguró que los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos le llevaron a ocuparse más de su religión y, aunque al principio rechazó el ataque contra las Torres Gemelas, acabó apoyándolo.
Añadió que la culpa de que finalmente se decidiera por la Guerra Santa la tuvo el Servicio Central de Información estadounidense (CIA), al secuestrar al "hermano de fe" Jaled El Masri, un germano-libanés cuya historia llegó a ocupar a una comisión de investigación parlamentaria en Alemania.
Según Gelowicz, El Masri visitaba la misma mezquita que él en Ulm (sur de Alemania) y su caso fue "la gota que hizo colmar el vaso". "Los americanos habían llevado la guerra a mi mezquita", señaló al respecto.
Declarar por "aburrimiento"
Durante su primera comparecencia este martes, Gelowicz admitió que planeó atentados contra objetivos de EEUU en Alemania, tras pasar por un campo de entrenamiento de Al Qaeda en Pakistán.
El juicio contra el cuarteto se abrió el pasado abril y, tras semanas negándose a declarar, Yilmaz anunció su disposición a entregar una confesión completa ante el "aburrimiento" que le suponía el proceso.
Los cuatro presuntos integrantes de la célula procedieron en las semanas siguientes a una larga declaración, por separado, ante agentes del Departamento Federal de lo Criminal (BKA), cuyo resultado quedó contenido en 1.200 páginas que ahora se exponen ante la Audiencia.
La Fiscalía imputa a los acusados de pertenencia a la Unión para la Yihad Islámica (IJU) y de haber planeado cuatro atentados simultáneos, probablemente en el aniversario del 11 de septiembre y con intención de causar mayores daños que los perpetrados en Nueva York en 2001 o en Madrid y Londres en 2004 y 2005, respectivamente.
El grupo fue desmantelado el 4 de septiembre de 2007, tras meses de seguimiento y ante la evidencia de que estaba preparado para actuar, pues había recibido órdenes desde Pakistán.