miércoles, noviembre 27, 2024
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El PIB de EEUU cumple las expectativas

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La Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio, ha confirmado que el Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos creció un 0,7 % durante el tercer trimestre, cumpliendo así con las previsiones de los expertos.

Entre julio y septiembre fue una de las economías mundiales con mayor crecimiento, solo superada por el 0,9 % que ha registrado China.

El consumo es el gran motor del crecimiento

En comparación interanual, el PIB estadounidense creció un 2,8 % durante el tercer trimestre, siendo el gasto de los consumidores el gran protagonista de este crecimiento, con un avance del 3,5 %.

Los datos demuestran una fuerte resiliencia económica, pero también una ligera desaceleración con respecto al trimestre anterior.

Aumenta el Ingreso Interno Bruto

El Ingreso Interno Bruto o GDI por sus siglas en inglés, es un indicador que mide la riqueza que genera un país dentro de un determinado período. A diferencia del PIB, que se centra en el valor de la producción interna, el GDI se enfoca en los ingresos que generan factores de producción como la tierra, el trabajo y el capital.

Es un indicador especialmente importante a nivel económico, porque aporta información sobre cómo se distribuye la riqueza que se genera dentro de un país.

Para calcularlo se suman los ingresos de todos los factores de producción, lo que incluye: salarios y sueldos pagados a los trabajadores residentes en el país, beneficios generados por las empresas y rentas obtenidas por los propietarios de la tierra dentro del país.

Durante el tercer trimestre el GDI aumentó un 2,2 %, aunque las ganancias después de impuestos se mantuvieron prácticamente sin cambios con respecto a los datos anteriores. En cambio, las ganancias como porcentaje del valor agregado bruto de las corporaciones no financieras subieron hasta el 15,6 % desde el 15,5 % registrado en el segundo trimestre.

La inflación vuelve a subir

La Reserva Federal (Fed), que se había mostrado reticente a bajar los tipos de interés porque consideraba que todavía no se había estabilizado la inflación, implementó su primer recorte desde 2020 el pasado mes de septiembre.

A pesar de ello, Jerome Powell, presidente de la Fed, declaró que «la economía no está enviando señales de que necesitemos apresurarnos a bajar las tasas». Y, de hecho, los últimos indicadores reflejan que las presiones inflacionarias son persistentes. Con una inflación subyacente que se ha mantenido por encima del 3 % durante 43 meses consecutivos.

De cara al futuro, desde la Reserva Federal confirman que no hay prisa para recortar las tasas de interés mientra el mercado laboral se mantenga resistente y la economía siga avanzando.

Posibles cambios en el sistema financiero

Tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales, los expertos destacan la incertidumbre que existe en cuanto a cómo será su política financiera.

Durante su anterior mandato, Trump no dudó en criticar abiertamente a la Reserva Federal, afirmando «la Fed es nuestro mayor problema. No tienen ni idea».

Ahora, con los republicanos controlando ambas cámaras del Congreso, Trump podría modificar el sistema financiero estadounidense de forma profunda, y ya ha hecho pública su intención de relajar las normativas financieras, como ya hizo en su anterior mandato.

Para algunos expertos, la rebaja de las restricciones impuestas por la Ley Dodd-Frank de 2010, permitió reducir el número de entidades bancarias sujetas a una vigilancia exhaustiva, fenómeno que explica en parte la crisis de bancos regionales que se vivió en 2023, con la caída de Silicon Valley Bank y First Republic Bank.

Sin embargo, destacan que este tipo de medidas también pueden tener efectos positivos sobre la economía a corto plazo, como la reducción de los costes operativos de las entidades financieras, lo que agilizaría la concesión de créditos y fomentaría la inversión.

El impacto de las políticas financieras de Trump puede traspasar las fronteras de su país. En Europa, el gobernador del Banco de Francia ya ha avisado de que sería interesante retrasar la implementación de regulaciones como Basilea 3, para facilitar a los bancos europeos competir con un sistema financiero estadounidense menos regulado.

Otro de los posibles cambios afecta al presidente de la Fed. El mandato de Jerome Powell expira en 2026, y Trump quiere nombrar un sucesor que esté más alineado con sus objetivos. Para los expertos, una Reserva Federal sometida a los intereses políticos podría llevar a una bajada de los tipos de interés más allá de lo que se considera prudente, lo que podría hacer subir la inflación y agravar los desequilibrios fiscales en EEUU.

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