El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha tomado posesión del cargo este viernes en un acto realizado en la sede de la Asamblea Nacional, controlada por el chavismo, pese a las reiteradas denuncias de fraude realizadas por la oposición y a la ausencia de publicación de las actas oficiales que respaldarían su victoria en las elecciones del pasado 28 de julio de 2024.
Durante la ceremonia, dirigida por Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, Maduro juró “por la historia”, “por su vida”, “por la memoria eterna de Chávez” y por una larga lista de próceres venezolanos, comprometiéndose a cumplir con la Constitución y a ejercer su tercer mandato presidencial para el periodo 2025-2031.
“He jurado con la fuerza y el compromiso demostrado de todos estos años de lucha”, afirmó Maduro en su discurso, destacando la trascendencia histórica de una investidura que, según él, constituye una gran victoria para la democracia. “Digan lo que quieran decir, hagan lo que quieran hacer, pero esta toma de posesión constitucional, no la pudieron impedir y es una gran victoria de la democracia venezolana”, subrayó el mandatario.
Asimismo, Maduro aprovechó la ocasión para rendir homenaje a su mentor político, Hugo Chávez. “La banda que me colocaron es la banda de Hugo Chávez, quien hizo la proeza histórica de traer al siglo XXI las ideas de los hombres y mujeres que a caballo echaron al imperio español de todas las tierras sudamericanas”, afirmó el autoproclamado presidente.
En un tono aún más desafiante, Maduro destacó que el poder que representa proviene del pueblo que lo ha elegido, rechazando así las denuncias de fraude a nivel nacional e internacional. “Siento el peso del compromiso. Porque el poder que me otorga la Constitución no me lo ha dado un gobierno extranjero ni un gobierno gringo. A mí no me ha colocado la oligarquía. Vengo del pueblo. El poder que represento le pertenece a un pueblo y al pueblo me debo”, sentenció el líder oficialistas.
Además, como parte de su crítica a la derecha global y a los líderes sudamericanos que se oponen a su gobierno, Maduro señaló con particular énfasis al presidente argentino, Javier Milei, a quien ha tildado de “nazi sionista sádico social” y líder de la “extrema derecha”, afirmando que actúa en alianza con el “imperio estadounidense”.
En la misma línea, Maduro arremetió contra los expresidentes colombianos Álvaro Uribe e Iván Duque, a quienes acusó de financiar organizaciones criminales con fondos derivados del narcotráfico, así como contra el primer ministro canadiense en funciones, Justin Trudeau, a quien calificó como “el ser más arrastrado”.
Presencia internacional limitada y restricciones a la prensa
El acto, que comenzó dos horas antes de lo previsto, contó con una presencia internacional muy limitada, pues el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, fueron los únicos mandatarios que acompañaron a Maduro durante la investidura, subrayando así la cercanía del régimen chavista con ambos gobiernos. No obstante, asistieron también a la ceremonia otros enviados de menor fuste provenientes de los escasos países aliados del régimen, como China y Rusia.
Por otra parte, el Gobierno prohibió a los periodistas acreditados asistir a la ceremonia, permitiendo únicamente el acceso de fotógrafos. Ante esta restricción, el régimen indicó a los medios de comunicación que podrían seguir el acto a través de una pantalla gigante situada en Miraflores (Caracas). Un impedimento que agrava las críticas sobre la evidente falta de transparencia y la censura en un momento tan crucial para el país.
La oposición acusa a Maduro de consumar un “golpe de Estado”
Mientras tanto, la oposición agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), acusó a Maduro de consumar un “golpe de Estado” al asumir el poder ante la Asamblea, asegurando que el verdadero ganador de las elecciones presidenciales fue el candidato Edmundo González Urrutia.
“Con la usurpación del poder por parte de Nicolás Maduro de la Presidencia de la república, apoyado por la fuerza bruta y desconociendo la soberanía popular expresada contundentemente el pasado 28 de julio, se ha consumado un golpe de Estado en contra de los derechos del pueblo venezolano”, afirmó la PDU a través de un comunicado publicado en su cuenta de X.
Por su parte, Edmundo González se encuentra en República Dominicana, donde ayer reiteró su intención de regresar a Venezuela este 10 de enero acompañado por un grupo de exmandatarios latinoamericanos. No obstante, aún reina el silencio sobre sus planes, ya que, según informaron fuentes de EFE, la entrada al hotel donde se aloja González está actualmente vigilada por una camioneta del comando de élite SWAT que no permite tomar imágenes ni reportar sobre sus movimientos.