viernes, noviembre 29, 2024
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«Carrión es melodrama reinventado y suspense sentimental»

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Tras la buena acogida de su poemario más reciente, Juventud todavía –Premio de la Crítica de Madrid 2015, merecedor también de uno de los Premios “Sarmiento” de Poesía 2017 en Valladolid-, y la consolidación de su ensayo de 2014 Clásicos a contratiempo como una referencia en la divulgación actual de la música clásica en España, Antonio Daganzo (Madrid, 1976) ve publicada su primera novela: Carrión, todo un homenaje a la narrativa decimonónica y la novelística a caballo entre los siglos XIX y XX.

Ecos de folletín, melodrama puesto al día, personajes llenos de aristas y rico lenguaje se dan la mano en un ambicioso trabajo literario donde la música tiene un papel estelar. Estrella Digital entrevista, días antes de la presentación de su novela a Antonio Daganzo

– Con cinco poemarios y un ensayo divulgativo en su haber, ¿cómo se vive debutar en la novela, el género narrativo por antonomasia?

– Curiosamente, mis primeras creaciones fueron relatos. Y pese a que ante todo soy poeta –por trayectoria y por temperamento artístico-, no descubrí mi voz lírica hasta mis años de estudios en la Universidad Complutense. Lo cierto es que la narrativa no ha dejado de acompañarme en todos estos años de creación, y la novela que aparece ahora es el mejor ejemplo de ello. Ya he visto publicados relatos en algunas antologías y revistas literarias de prestigio, así que ahora vivo este debut con la serenidad de lo que había de cumplirse. Justo es decir también que, en la novela, los lectores encontrarán, en algunos momentos, explícita poesía interpolada.

– Carrión es un proyecto de largo alcance, ¿también lo fue su misma gestación y escritura?

– En efecto. Tranquila la gestación, despaciosa la elaboración, espaciadas las relecturas y revisiones… Mientras, la sucesiva publicación de mis poemarios más recientes y el otro gran proyecto en prosa de mi vida, el ensayo Clásicos a contratiempo, fueron hablando por mí y consolidando mi voz. Ahora ha llegado el momento de Carrión, en la Colección “De Jaque Libros”, gracias de nuevo a Vitruvio.

– Dos épocas, un amor que las une. Evidentemente, a usted le gusta el melodrama….

– Sí, me apasiona, pero desde un punto de vista de refundación crítica, por así decirlo. He querido establecer una dialéctica entre sus reglas –todas las convenciones folletinescas que se van cumpliendo- y la reacción de unos personajes que asisten, estupefactos, a la forma en que el melodrama va cobrando realidad en su día a día. Sólo la interpretación de esa realidad a través del arte permitirá la trascendencia, la sublimación del folletín. Carrión es melodrama reinventado y suspense sentimental.

– Precisamente el desarrollo psicológico de los personajes, junto con el manejo de la prosa, es uno de los rasgos estilísticos que más vincula a la obra con la novela del siglo XIX…

– Todos los personajes principales, así como su evolución, están observados al microscopio, por medio de un narrador omnisciente que los conoce a fondo y los devela a través de la técnica del estilo indirecto libre, que empleo hasta sus últimas consecuencias. La novelística del XIX, así como la del paso del XIX al XX, son la médula de mi formación como lector de prosa. Carrión es el homenaje que he querido rendir a todo aquel universo; quizá el más explícito que les rinda nunca.

– A propósito, ¿por qué Carrión?

– Porque a orillas de ese río transcurre una parte trascendente de la acción; la que lo es más, sin duda. La novela está fundamentalmente ambientada en Madrid, y en varios pasajes Galicia surge como espacio compartido de memoria familiar, pero Palencia resulta el espacio determinante. Por razones biográficas, en su día Palencia significó para mí una continua indagación. Esa preciosa ciudad merece mucho más protagonismo en nuestra novelística contemporánea. Si Carrión viene a paliar en algo ese sistemático olvido, me siento orgulloso de ello.

– Ya en el mismo origen del vocablo “melodrama”, formado con raíces griegas, habita la música. En este sentido, su papel en Carrión es esencial. ¿Cómo se asume el riesgo de evocar la música única y exclusivamente con la palabra?

– Con la certeza absoluta de que se sabrá evocar bien. La música no puede ser sólo analizada por los eruditos en la materia; los escritores –y en España, aún más- debemos normalizar su presencia en el hecho literario. Hay que describirla con riqueza, tratando de descubrir todas sus connotaciones e implicaciones emotivas. En Carrión, las romanzas de zarzuela y la música de Schönberg dan la temperatura auténtica del relato. La música, en literatura, representa la mejor ocasión de ir más allá de las palabras.

Domingo Labrador

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