Aparece muerto en su celda David Knezevich, acusado del asesinato de su esposa en Madrid

David Knezevich, el empresario de origen serbio acusado de secuestrar y asesinar a su esposa en Madrid el pasado mes de febrero, ha aparecido muerto este lunes en su celda del Centro de Detención Federal de Miami (Estados Unidos). Tenía 38 años y se encontraba en prisión preventiva, sin derecho a fianza, mientras esperaba ser juzgado por la desaparición y presunto asesinato de Ana María Henao, una mujer colombiana de 40 años.
Todo apunta a un suicidio, según ha informado su defensa legal, aunque el FBI ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias del fallecimiento. Fue hallado sin vida sobre las 8:15 de la mañana (14:30, hora española) y los intentos de reanimación por parte del personal de emergencias resultaron infructuosos.
Un proceso judicial marcado por el misterio
Ana María Henao desapareció el pasado mes de enero en Madrid, adonde se había trasladado recientemente tras iniciar un complicado proceso de divorcio con Knezevich. La mujer, que residía en un piso alquilado del barrio de Salamanca, llevaba apenas un mes en España cuando se denunció su desaparición.
Las primeras pesquisas apuntaron rápidamente al entorno de su expareja. La investigación policial concluyó que el empresario habría viajado desde Estados Unidos a España «con la intención de matar, herir, acosar e intimidar a su esposa». Aunque nunca se encontró el cuerpo, los indicios recabados llevaron a su detención el 4 de mayo en el aeropuerto internacional de Miami, tras regresar de Serbia.
Desde entonces, Knezevich permanecía recluido a la espera de juicio por delitos de secuestro, violencia de género y asesinato. Su fallecimiento interrumpe el proceso judicial y podría dejar sin respuesta muchas de las incógnitas que rodeaban el caso.
"Cierra un capítulo doloroso", afirma la familia
La familia de Ana María Henao ha emitido un comunicado en el que asegura que la muerte del sospechoso "cierra un capítulo doloroso", aunque lamentan que probablemente nunca sabrán dónde está el cuerpo de su ser querido. La desaparición de la mujer dejó un gran impacto entre amigos y allegados, que todavía hoy reclaman justicia.
El caso sigue siendo investigado por las autoridades estadounidenses, que no descartan nuevas diligencias si surgen pruebas adicionales.