Arsenal 3-0 Real Madrid: Declan Rice manda a los blancos a la UCI

El Real Madrid no ha podido sobrevivir a la tormenta del Arsenal en Londres y cae 3-0 en la ida de los cuartos de final de la Champions League. Tocará apelar a la épica en el Bernabéu, algo que no sería nuevo para este equipo, acostumbrado a remontadas históricas. Pero esta vez será muy difícil.
Ancelotti apostó de inicio por Alaba en el lateral izquierdo, dejando fuera a Lucas Vázquez, y esa zona se convirtió rápidamente en un foco constante de peligro para los londinenses, que salieron con mucho más ritmo y agresividad que el conjunto blanco.
Nada más empezar, Camavinga estuvo a punto de marcar en propia puerta tras un mal despeje de Rüdiger, y Courtois, el mejor del Madrid en el encuentro, tuvo que intervenir en más de una ocasión para mantener el empate.
Aun así, el Madrid generó cierto peligro a la contra, aprovechando algunas pérdidas en la salida de balón del Arsenal. En una de ellas, Mbappé se plantó solo ante David Raya, pero su disparo fue demasiado centrado y el portero español detuvo sin problemas.
Con el paso de los minutos, el Arsenal bajó un poco el ritmo, pero siguió generando peligro, con balones cruzados que se paseaban por el área sin encontrar rematador. Los de Arteta perdonaban una y otra vez, mientras el Madrid sobrevivía con lo justo.

A Vinicius, prácticamente desaparecido, solo se le vio en un par de jugadas aisladas durante la primera mitad, pero todos sus disparos se marcharon desviados.
Tras el descanso, el Madrid mejoró levemente, y solo Bellingham pareció enchufado, corriendo sin descanso en ambas áreas y mostrando un compromiso defensivo admirable.
Sin embargo, el Arsenal volvió a rozar el gol en un córner con varios remates bloqueados por la defensa blanca, hasta que en el minuto 58 llegó el inicio de la debacle.
Rice, de centrocampista a lanzador experto
Declan Rice abrió el marcador con un golazo de falta directa, tras un disparo espectacular que superó una barrera mal colocada. Ahí, el Emirates estalló de alegría.
Diez minutos después, en otra falta desde más lejos pero esta vez desde la izquierda, Rice repitió colocando el balón en la escuadra. Nunca en su carrera había marcado de falta antes, y en apenas 70 minutos le había marcado dos al Madrid.
La fiesta en Londres la cerró Mikel Merino, que tras una jugada en el área aprovechó un pase filtrado para cruzar el balón y poner el 3-0 definitivo.
Para colmo, Camavinga, que estaba apercibido, vio la amarilla y fue expulsado en el descuento, por lo que no podrá estar en la vuelta.
El Real Madrid está obligado a buscar otro milagro europeo en el Bernabéu, algo a lo que ya está acostumbrado, pero Ancelotti tiene mucho que ajustar si quiere volver a ver a su equipo en unas semifinales de Champions.