En apenas cinco años, Guyana ha pasado de ser uno de los países más pobres de América del Sur a tener la renta per cápita más alta de la región. Su crecimiento ha sido tan rápido, que incluso el Fondo Monetario Internacional (FMI) se ha mostrado sorprendido por esta evolución.
La principal razón de este fenómeno es la inmersión de Guyana en el sector de la producción de petróleo. Los expertos creen que, gracias a las reservas de petróleo que se han descubierto en el mar territorial de Guyana, este país está en disposición de llegar a convertirse en uno de los más ricos del mundo.
De la agricultura a la explotación de petróleo
Guyana ocupa un territorio de 214,970 kilómetros cuadrados y su población no llega al millón de habitantes.
Históricamente, se ha dedicado a la agricultura, la minería y otros sectores tradicionales. Esto, junto con el pequeño volumen de población que posee, supuso durante décadas un obstáculo para su crecimiento económico.
En 2015, la petrolera norteamericana ExxonMobil descubrió un yacimiento en Liza, ubicado en aguas territoriales de Guyana. Del que se estima que pueden salir más de 10.000 millones de barriles de petróleo. Después, hubo más descubrimientos de yacimientos en la zona.
En 2019, Guyana decidió entrar de lleno en la producción de petróleo. Esto ha tenido un impacto muy positivo en su economía, haciendo crecer el Producto Interior Bruto (PIB) y atrayendo a los inversores internacionales.
Vinculado al desarrollo que está provocando el sector petrolero, otros sectores como el de la construcción, la infraestructura, el turismo y los servicios también están creciendo de forma exponencial. Impulsados principalmente por la inversión extranjera, que ha puesto su interés en el desarrollo de proyectos de infraestructura como carreteras, aeropuertos y puertos.
Unas previsiones de crecimiento que baten récords
En los últimos cinco años, Guyana ha crecido a un ritmo del 20% en cada ejercicio económico. Lo ha hecho, además, en mitad de una crisis global provocada por la pandemia y las consecuencias económicas de esta situación y de los conflictos geopolíticos que se han iniciado después.
Su deuda pública ha caído casi 80 puntos porcentuales desde el comienzo de este siglo, su inflación está relativamente controlada, y tiene uno de los mayores superávits por cuenta corriente del mundo.
El FMI ha reconocido que el éxito de Guyana no tiene precedentes en la historia más reciente. En cinco años, ha pasado de ser el país más pobre de la región a ser el país más rico, con una renta per cápita que supera los 20.000 dólares estadounidenses.
Según la previsión del Fondo Monetario Internacional, va camino de tener un crecimiento superior al 100% en 2028. Porque se espera que su cuota de producción de barriles de crudo per cápita llegue a ser la más alta del mundo, superando a Kuwait, algo que tendrá un fuerte impacto en su economía.
Un éxito que no está exento de riesgos
La buena evolución de Guyana ha generado un conflicto con Venezuela por el territorio del Esequibo. Ahora, ambos países se disputan la soberanía sobre esta región.
El conflicto no es nuevo, ya que Venezuela viene reclamando ese territorio desde el siglo XIX, cuando se atribuyó su soberanía a Reino Unido. Y después pasó a Guyana con la independencia de este país.
Ahora que esta zona tiene un alto valor por sus yacimientos de petróleo, las tensiones están volviendo a crecer.
Por otro lado, Guyana es un país con una gran desigualdad social. Los expertos creen que se debe empezar ya a trabajar en este tema, antes que el crecimiento económico sea muy beneficioso para una parte de la población y deje completamente al margen a otra.