El Mar Rojo, una de las rutas marítimas más importantes del mundo, que se encarga de conectar el Océano Índico con el Mar Mediterráneo a través del Canal de Suez, lleva varios meses inmerso en una grave crisis como consecuencia de los ataques que los hutíes de Yemen perpetraron contra los buques comerciales que transitaban por allí.
Para evitar los ataques, las grandes navieras han desviados sus rutas de transporte, lo que ha dado lugar a travesías más largas y portes que han subido en un año más de un 100 %. Situación que está beneficiando a los puertos de otros lugares del mundo, como ocurre con los puertos marroquíes de Casablanca y Tánger.
Las alternativas favoritas de las navieras
Por el Mar Rojo pasa un 30 % del comercio marítimo mundial, pero las navieras se niegan a seguir transitando por allí hasta que no se resuelva el conflicto en Yemen y la estabilidad en la región esté garantizada.
Mientras tanto, han tenido que buscar alternativas, y los puertos del Mediterráneo de Tánger Med y Casablanca se han convertido en las más destacadas. En el caso de Tánger Med, este puerto se ha convertido en uno de los más importantes para los buques de más de 15.000 TEU que navegan por la zona.
Casablanca también ha ganado en importancia tras la reorganización de las rutas marítimas, tanto a la hora de acoger mercancías como de servir de apoyo logístico. No obstante, el aumento de tráfico en los dos puertos también ha generado algunos problemas, como la aparición de cuellos de botella que han aumentado los tiempos de espera para la carga y descarga de barcos.
Egipto, el gran damnificado
Mientras Marruecos y también España se han visto beneficiados por los cambios en las rutas de transporte marítimo de mercancías, Egipto es el gran damnificado por la crisis en el Mar Rojo, debido al desplome de las operaciones en el Canal de Suez.
El Canal aporta unos 10.000 millones de dólares a la economía egipcia, y con la crisis se estima que este año esos ingresos se van a reducir a la mitad.
Los puertos españoles también se benefician
Los muelles españoles han estado asumiendo un extra de actividad desde que comenzó la crisis en el Mar Rojo, ante la llegada masiva de buques de carga.
Los puertos de Las Palmas y de Santa Cruz de Tenerife, y muy especialmente el de Algeciras, han experimentado un repunte de trabajo en sus terminales.
En el puerto de Algeciras el repunte más destacado se ha dado en el área de suministro de combustibles, actividad conocida como bunkering. Solo en el mes de mayo esta actividad creció un 20 % en comparación interanual. Según los datos, no ha crecido tanto el número de operaciones como la cantidad de suministro, porque los buques apuran sus reservas de combustible para bordear África.
Aunque no hay datos oficiales sobre el aumento del bunkering en el puerto de Tánger Med, los expertos creen que también ha tenido que aumentar la carga de trabajo en esta actividad, igual que en el puerto de Gibraltar.
El aumento de la actividad de carga y descarga también se ha notado en otros puertos españoles como el de Barcelona, que ha aumentado un 10,2 % su tráfico en el primer semestre y un 23,6 % los contenedores movidos.
En el caso del puerto de Málaga, la llegada de más buques como consecuencia de lo que ocurre en el Mar Rojo, así como la vuelta de los buques de crucero de MSC, han disparado la actividad un 90 % en la primera mitad del año.